Ante el entorno socialmente violento sólo me han quedado cuestionamientos y tan pocas palabras que den una respuesta a la esperanza. Quizá por eso mismo he quedado atrapada en el tiempo, en las noticias del pasado que sin embargo son vigentes, de las posadas navideñas al vía crucis en semana santa y demás futuro, no he encontrado recuperación emocional, me escandalice con las declaraciones gubernamentales que en aquella época postularon necesaria la violencia por la resistencia de quienes negaron a rendirse a su voluntad hasta las muertes entre los Malos que no tienen mayor importancia, y en algunos casos encuentran eco en el dicho popular.
He quedado exhausta por tal grado de crueldad en el que re-descubro hemos caído.
Soy violentada cada vez que transito por las calles repletas de imágenes así también me topo con las ilustraciones de las noticias virtuales que dan cuenta de la descomposición, desarticulación y pérdida de sensibilidad humana dejando recuerdos de lo que hemos sido y temor de lo que seremos. Y siento violentar a los demás al replicar la saña de los hechos criminales del día.
Hace unas semanas fue Nuestro Bicentanario (200 muertos en este año y en Morelos), según el periódico "Extra", la fuente casi oficial ante la omnipresencia que verifico en la vía y vida pública, siendo los portavoces de los Narco-Mensajes que para convencernos del poder de sus palabras las delinean en los cuerpos y el silencio funesto de todos.
Para qué llena nuestros ratos libres tales acontecimientos, ¿a caso sólo la violencia es nuestra fiel compañera, es el medio para convivir con los demás y recrearnos con lo casi innombrable?.
En algún tiempo fueron las pesadillas infantiles mientras me decía "tranquila eso nunca va pasar más que en tus sueños" y parecían esfumarse pero así han vuelto a la realidad.
Sí, a veces optamos por ignorar, por sobrellevar las situaciones pero todo tiene un límite quizá sea cuestión de encontrar alternativas de vida.
Cierto día vi a un niño que a sus 5 años, teniendo la capacidad de asombro intacta a pesar de las constantes novedades que le ofrece el estar aprendiendo de la Vida, lo asalto el arrebato de quitarle el "Extra" a su abuela, quien en primera instancia se resistió y trato de evitarlo pero desistio y se ocupo por relatar a su esposo -de paso relatarnos a los presentes- la experiencia de haber estado en la escena del crimen mientras el niño miraba extasiado la portada alcanzándole las sensaciones para tocar y decir "ahí están sus huesos" y rematar con una sonrisa, sin imaginar los detalles que nos deparaban las fotografías de las páginas interiores, yo a la distancia prentendía acompañarlo. Al estar satisfecha su abuela con la lectura intento cerrar el periódico apoyado en sus piernas, pero él se metía entre las páginas buscando tal vez caricias vanas, yo no los dejaba de mirar, pidiéndoles -pidiendo- una explicación y lidiando con la incredulidad de lo que estaba siendo testigo, al menos compasión que encontró consuelo cuando la abuela guardo el periódico en su bolsa. Después de estas palabras aún siguen las dudas a la par de la esperanza recóndita que aún embargo. ¿Cómo explicarle a un niño imágenes tan terroríficas a pesar de su constante cotidianidad?, será porque yo me siento incapaz de vivir con la violencia como normal, natural y necesaria.
...así que a sublimar, he ahí que les dejo algunas opciones sobre exposiciones de arte.
Yolo
El hombre, violento por naturaleza hace alarde de fiereza sometiendo a sus iguales y duele levantarse dia a dia con la esperanza perdida visualizando un futuro lleno de sonrisas desfiguradas, sarcasticas, huecas sin alma...
ResponderEliminar