jueves, 26 de agosto de 2010

‘ESCLAVA DE “LOS ZETAS”: UNA HISTORIA DESDE ADENTRO’, Jueves 26 de agosto de 2010.


El enlace principal te lleva al video en que una Marisolina relata su experiencia
tras haber sufrido el ecuestro por un grupo de "Los Zetas"
además retomamos fragmentos de una nota que se refiere a tal evento.

Marisolina cocinaba y, ocasionalmente, lavaba la ropa de los sicarios (Foto: ALMA RODRÍGUEZ AYALA)



Evangelina Hernández

Marisolina no tenía parientes en Estados Unidos y mucho menos en El Salvador que quisiera pagar 3 mil dólares para que Los Zetas, que la tenían secuestrada, la dejaran libre. “Con algo nos vas a tener que pagar güerita”, la amenazaban los primeros días de cautiverio.

“Al principio sólo les cocinaba pero cuando me agarraron confianza me dieron su ropa para que se las lavara”, relata.

Una noche, al terminar de servir la cena, el hombre, a quien todos apodaban El Perro, que era como el jefe de la casa de seguridad, se emborrachó, se metió mucha cocaína y le pidió que se sentara a platicar con él. En ese momento le preguntó: “Güerita: ¿sabes porque traigo la ropa tan sucia?
Marisolina recuerda que le tenía mucho miedo a ese hombre porque siempre traía una arma colgando y maltrataba mucho a los migrantes. “Le dije que imaginaba que arreglaban las camionetas en las que trasladaban a los centroamericanos”. El Perro soltó tremenda carcajada y dijo: Yo soy el carnicero. No hago nada de mecánica. Mi trabajo es deshacerme de la basura que no paga.

Marisolina estuvo tres meses bajo el cautiverio de un grupo que se hacía llamar Los Zetas. Ya sea en sus parrandas o en las reuniones para arreglar negocios, ella era la encargada de servirles la comida a los jefes. “Cuando se juntaban los escuchaba decir que Los Zetas era un organización muy respetable. A veces me llevaban a un hotel que rentaban en Coatzacoalcos. Ahí pude identificar la cadena de mando de La compañía como ellos le decían a su organización”.
Los soldados, revela, eran los que cuidaban de día y de noche a los migrantes. “Luego estaban los Alfa, a ellos los escuché muchas veces hablar con los policías, con los de migración o con los maquinistas. Ellos les avisaban cuando venía un grupo numeroso de centroamericanos en el tren, o cuando los habían detenido".

Tratando de disimular el acento salvadoreño, recuerda haber ubicado a seis carniceros, uno por cada casa de seguridad. “Arriba de los carniceros estaban los meros jefes, ellos daban orden de cuántos desaparecer”.

Se cubre el rostro al recordar que ella conocía a muchos de los desaparecidos. “Un día me ordenaron que subiera la comida a un cuarto al que nunca había entrado. El puro olor de ese lugar me hacía llorar. Ahí tenían a los amarrados. Ellos eran los que no podían pagar y estaban en la lista para ser asesinados. Los tenían cubiertos de los ojos y esposados de las manos. Ya no salían de ahí más que para morir. A muchos les di de comer en la noche y a la mañana siguiente ya no estaban. Y entonces subían a otros. Vi desaparecer a muchos. Y me duele que no pude ayudar a ninguno, aunque muchos me suplicaban”.
Una noche, tras un operativo del Ejército en una de las casas de seguridad de Los Zetas, donde rescataron a otros migrantes, El Perro le pidió a Marisolina y a una amiga que lo acompañaran a comprar cigarros y refrescos. Afuera de una tienda las dejaron ir, no sin antes advertirles que no dejaran que su boca las matara.
Largas caminatas, días y noches sin comer, precedieron a la denuncia de su cautiverio bajo el mando de Los Zetas. “No queríamos hablar con la policía porque no confiábamos en nadie. Accedimos porque la gente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que nos ayudaron mucho, dijeron que nuestro testimonio podía servir para evitar que otra persona sufriera lo mismo que nosotras”. Pero la peor decepción vino después cuando personal de la Procuraduría General de la República les informó que su situación de víctimas cambiaría a la de indiciadas porque “existía la sospecha de que fuéramos gente de Los Zetas, no podían creer que después de conocer la forma de operar de estos criminales, nos hubieran dejado libres así nomas”.

EL UNIVERSAL TV/ EL UNIVERSAL

jueves, 19 de agosto de 2010

“PARA IVONNE, EL CUENTO DE HADAS SE CONVIRTIÓ EN INFIERNO DE VEJACIONES”, Martes 13 de abril de 2010


Alfredo Méndez
La joven y dos mujeres más participaron en el Taller sobre Trata de Personas de la ONU

Tres mujeres distintas, un mismo fenómeno criminal. Una especie de esclavitud moderna es el hilo conductor que fue tejiendo sus historias de maltratos sicológicos, abusos sexuales y vejaciones físicas. Estrella, Brenda e Ivonne tienen algo en común: son mexicanas, menores de edad, nacieron en familias pobres y cayeron en las manos de traficantes de personas.

Las tres fueron enamoradas por jóvenes seductores que las cautivaron con cuentos de hadas que nunca habrían de realizarse. Estas adolescentes creyeron en las falsas promesas de sus captores, quienes después de ganarse su confianza las obligaron a prostituirse.

Con el paso de los años y mediante el apoyo de autoridades policiacas, las mujeres recobraron su libertad, pero aún hoy son obligadas a carearse, en algún juzgado de algún reclusorio del país, con quienes fueron sus victimarios y ahora están presos, lo cual les impide superar por completo sus temores.

Ellas, las víctimas, protegidas por una mampara que impidió exponer su físico al público, y previa advertencia de que sus nombres fueron cambiados para resguardar su identidad, se atrevieron a contar su historia.

Estrella, Brenda e Ivonne forman parte de los 20 mil menores de edad mexicanos que cada año son víctimas de la explotación infantil con fines sexuales –una de las modalidades relativas a la trata de personas–, de acuerdo con estadísticas avaladas por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Sus historias también se suman a las estadísticas recabadas por la UNODIC en 2008, una de las cuales permite conocer que los grupos criminales dedicados a este delito obtienen ganancias anuales cercanas a 31.7 millones de dólares.

Ivonne narra que durante tres años fue obligada a prostituirse. Conoció a su victimario en el Distrito Federal, un joven guapo que me enamoró y me enganchó con el típico cuento de hadas.

Después de tres meses de un noviazgo idílico, “llegó una noche a casa y me dijo: ‘estamos mal, no tenemos dinero y necesito que trabajes’”.
Al principio, la joven no pudo prostituirse en algún hotel capitalino, porque era menor de edad. Lo pudo hacer en Guadalajara, Jalisco, después que consiguió una credencial de elector falsificada.

"Los túneles del Reclusorio Oriente, zona roja auspiciada por autoridades". Foto La Jornada.

Lo que siguió en su historia fue un infierno en vida: golpes, vejaciones, amenazas, intimidaciones. Hubo decenas de jornadas intensas de sexoservicio que se tradujeron, cada día, en una violación sistemática de sus derechos humanos.

Un día, Ivonne se embarazó y la obligaron a abortar. Vino un segundo embarazo que culminó con una bebé sana, a la que unas semanas después de nacida me la quitaron y me impidieron verla; y así, sin recuperarme aún de la cesárea, me obligaron a trabajar.

La joven no olvida que su captor nunca dejó de decirle que la amaba; incluso se lo repitió un día antes de que la Policía Federal (PF) la liberó, cuando fueron arrestados los integrantes de la banda criminal que la explotó sexualmente.

Mi libertad tiene cara de policía, asegura. Y aunque tiene que seguir viendo en prisión al sujeto que la engañó –durante las audiencias judiciales–, se qué pronto lo sentenciarán y estaré libre por completo.

El más abominable de los delitos

Los expertos sobre el tema también dieron su opinión. Antonio Mazzitelli, representante regional para México, Centroamérica y el Caribe de la UNODIC, refirió que la trata de personas es el tercer negocio ilícito más rentable para los grupos criminales, por debajo del tráfico de drogas y de armas.
El especialista de la ONU llamó a este tipo de crimen trasnacional como el más abominable de los delitos, porque se venden sentimientos, personas, almas.
Kay Freeman, directora adjunta de USAID-México, aseguró que el delito de trata de personas atenta contra la libertad y la dignidad de los seres humanos, dos de los tesoros más grandes de la humanidad.

Refirió que en México existen 25 estados con legislaciones locales que penalizan, en específico, el delito de tráfico de personas, aunque indicó que aún es indispensable armonizar esas leyes a nivel federal e internacional.

En el mundo existen 127 países de origen, 98 de tránsito y 137 de destino de trata de personas, de acuerdo con un informe elaborado por la ONU en 2006.
Periódico La Jornada

ESCLAVAS DEL PODER:Trata sexual


Reseña del libro de Lydia Cacho “Esclavas del poder:un viaje al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo”

Por Eduardo Suárez
Puede ser buena la violencia?
Esta pregunta la hice a varias personas, durante mi lectura del libro de Lydia Cacho, Esclavas del Poder. Todas a las que pregunté titubearon; meditaron un momento para, casi siempre, decir que dependía del caso.
A los diez años de edad, esta niñita tiene la respuesta clara que tanto nos evade a adultos, profesoras, maestros, doctoras, académicos. La terrible, la inimaginable sabiduría de las víctimas.
La respuesta más inteligente que recibí decía que la suficiente para acabar con ella. ¿Cómo es eso?, seguí. Pues la violencia es necesaria para acabar con la violencia, declaró un amigo, mientras miraba alternadamente a la puerta y a su reloj.

¿Alguna vez has visto que la violencia haya acabado con la violencia?, inquirí, con falsa ingenuidad. No obtuve una respuesta satisfactoria, sólo recibí una sonrisa impaciente. Sin embargo, sí la hay. Está entre las citas epigráficas que aparecen en el libro de Cacho: son las palabras de Yerena, una sobreviviente de la trata sexual de niños y niñas. De diez años de edad. Con la simpleza de una sabia zen, incapaz de darle muchas vueltas a las cosas, esta pequeñita declaró: “La violencia no es buena porque duele y me hace llorar”.
Lydia
Lydia, para entender otros aspectos de la violencia, emprendió un viaje de investigación. Uno al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en todo el mundo. Para obtener información, la escritora siguió las enseñanzas de Günter Wallraff, investigador periodístico alemán, y se transformó en varias identidades ficticias: monja, prostituta, jugadora de casino… Aplicó técnicas de investigación de campo, como la observación y la entrevista. Como investigadora, Lydia nunca buscó la objetividad, que es la subjetividad más engañosa, la que se erige a sí misma como árbitro; su trabajo es muestra de lo que se puede hacer con amor y compromiso, con una intersubjetividad educada, responsable y profesional.
El viaje: Mahmut, Rim Banna,
Rodha, Sue Hanna, Somaly Mam…
En el mundo de hoy se roba, compra y esclaviza a niñas y mujeres. Es así de espeluznantemente simple. Se hace con violencia, desde luego; violencia inimaginable. Violencia que a pesar de todo esto no es bien entendida por todos ni todas; especialmente, por los hombres que consumen lo que ofrecen quienes han robado, comprado y esclavizado a niñas y mujeres, y que por ese hecho se convierten en los cómplices de mafiosos de la más abyecta calaña. Violencia que nos degrada como personas y que nos hace difíciles acreedores a ese sustantivo tan abstracto: humanidad.
Pero eso no es todo lo que hay en el mundo. También hay mujeres y hombres que buscan y encuentran la paz y la luz. Incluso en los sitios más oscuros. Hombres y mujeres que hacen que vivir valga la pena. El libro de Lydia es un homenaje a estas personas, que combinan los papeles de héroe y hombre y mujer comunes.
Nosotros: los hombres, los clientes
De Esclavas del Poder no es posible salir intocado. Su lectura es luminosa y transformadora. Desde el fango de la esclavitud este libro hace señalamientos claros: hay esperanza.
Y la esperanza estriba en que los consumidores se den cuenta cabal de lo que hacen cada que visitan un prostíbulo o table-dance: propician la tristeza, la esclavitud y la violencia.
La lectura deja claro que cuando uno va a estos lugares pisa no un sitio de diversión y esparcimiento sino un territorio de criminalidad organizada, compleja y global: el table-dance...
- FRAGMENTOS -

"AI INSTA A MÉXICO A TERMINAR ABUSOS A MIGRANTES", Miércoles 28 de Abril de 2010.

Redacción
El Universal
La organización Amnistía Internacional (AI) instó a las autoridades mexicanas a actuar para poner fin a los persistentes abusos contra personas migrantes que son acechadas por bandas de delincuentes mientras funcionarios públicos ignoran los hechos o incluso participan en secuestros, violaciones y asesinatos, afirma Amnistía Internacional en un nuevo informe publicado hoy.

"Víctimas invisibles. Migrantes en movimiento en México", es el informe que documenta los alarmantes niveles de abusos que sufren las decenas de miles de migrantes irregulares de Centroamérica que cada año intentan llegar a los Estados Unidos cruzando México realizado por AI.."Las personas migrantes en México se enfrentan a una crisis de derechos humanos que las deja prácticamente sin acceso a la justicia, por miedo a represalias y a ser deportadas del país si denuncian los abusos", expresó Rupert Knox, investigador sobre México de Amnistía Internacional.

Los secuestros de migrantes, principalmente para pedir rescate, alcanzaron nuevas cotas en 2009, año en el que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó de que casi 10 mil fueron secuestrados en un periodo de seis meses, y casi la mitad de las víctimas entrevistadas dijeron que funcionarios públicos estaban involucrados en su secuestro.

Se calcula que 6 de cada 10 mujeres y niñas migrantes sufren violencia sexual, lo que presuntamente hace que algunos traficantes de personas exijan a las mujeres administrarse una inyección anticonceptiva antes del viaje, para evitar que se queden embarazadas como consecuencia de violación.

El 23 de enero de 2010, policías armados hicieron detenerse a un tren de carga en el que viajaban más de 100 migrantes en el estado de Chiapas, en el sur de México.

Inauguran muestra fotográfica "Los que se quedan". "José Elías Esparza en Laguna Grande, Zacatecas". Foto: Adrián Vázquez. El Sol de México.


Verónica (nombre ficticio) afirmó que la Policía Federal la obligó a bajar del tren junto a los demás migrantes y tumbarse boca abajo en el suelo, y luego les robaron sus pertenencias y los amenazaron con matarlos si no continuaban su viaje a pie a lo largo de las vías.

Después de caminar durante horas, el grupo fue atacado por hombres armados que violaron a Verónica y mataron al menos a uno de los migrantes, según informa AI en boletín.

"México tiene la responsabilidad de prevenir, castigar y remediar los abusos, tanto si los cometen bandas delictivas como si son obra de funcionarios públicos", ha afirmado Rupert Knox.

A pesar de algunas medidas positivas en los últimos años, por ejemplo la mejora de la protección de los derechos de los niños y niñas no acompañados y la penalización del tráfico de personas, en realidad, en muchos casos, no se ha impedido los abusos contra las personas migrantes, ni se ha castigado a los responsables.

Entre las recomendaciones de Amnistía Internacional para abordar esta crisis de derechos humanos se encuentran las reformas legislativas para garantizar el acceso a la justicia para los migrantes, además de la compilación y publicación de datos sobre los abusos contra personas migrantes y las medidas adoptadas para hacer rendir cuentas a los responsables.
cg
- FRAGMENTOS -

miércoles, 18 de agosto de 2010

VÍCTIMAS INVISIBLES. MIGRANTES EN MOVIMIENTO EN MÉXICO.

"Cada año, decenas de miles de hombres, mujeres, niños y niñas atraviesan México sin permiso legal, como migrantes irregulares. Más de nueve de cada diez proceden de Centroamérica, sobre todo de El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua"

viernes, 13 de agosto de 2010

"MEXICANOS DE DOBLE MORAL", Miércoles 28 de Abril de 2010.


Raymundo Riva Palacio


Pero desde luego que nos indignamos. ¿Cómo está eso de que por el solo hecho de que no parezcamos gringos, que no seamos rubios y con sobrepeso por tanta comida frita en nuestra dieta de comidas rápidas, nuestros paisanos puedan ser sujetos de arrestos, multas y deportación? ¿Cómo está eso de que una violación a la ley migratoria, que es una falta administrativa, se convierta en Arizona en un acto criminal?


Hay una ola nacional contra la gesta racista en las tierras desérticas de Arizona. Pero en realidad vemos al norte para no voltear hacia nosotros mismos. Culpamos a otros sin mirar lo que hacemos de forma bastante más salvaje y grotesca. Les gritamos que discriminan, que son déspotas, mal nacidos y exterminadores del multiculturalismo. Gritamos con la fuerza de nuestro pulmón para esconder cuán hipócritas somos y lo infame de nuestra maniquea solidaridad. Sacamos lo mejor de nosotros para esconder lo peor porque, ¿cuál fue la reacción mexicana cuando el año pasado la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer su informe sobre el maltrato de los centroamericanos en México? ¡Exacto! Nada.


Una vena racista que se ha venido alimentando desde hace años cuando aparecieron en Arizona organizaciones vigilantes que crearon grupos paramilitares para frenar la inmigración en la frontera con México, y sucesivos gobiernos que elaboraron más de 200 iniciativas en contra de ese grupo en esta década, construyen parte del sedimento político que se ha empalmado con la temporada electoral. La denuncia, como rápidamente se hizo en varios países centroamericanos cuyos inmigrantes también resultarán afectados, es una obligación moral y una posición política.


Pero, ¿con dobles discursos como el mexicano?


El reporte que dio a conocer la Comisión Nacional de Derechos Humanos denunció que policías se habían vinculado con el crimen organizado -cárteles como Los Zetas y pandillas como los maras- para secuestrar, golpear, violar, prostituir, extorsionar y asesinar impunemente a inmigrantes a su paso por México. Entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, periodo que comprendió el estudio, fueron secuestrados un promedio de 67.7 inmigrantes centroamericanos por día -una cifra que, bajo cualquier perspectiva, es escandalosa. En el 10 por ciento de esos casos se documentó la participación de autoridades.


El informe describió algunos testimonios que recogió de las víctimas, como el de una inmigrante salvadoreña, secuestrada junto con una compatriota, a quienes secuestraron en las vías de tren por la zona de Tierra Blanca, en el estado sureño de Veracruz, para luego ser llevadas a una casa de seguridad. La salvadoreña recordó: "Nos pidieron el número de teléfono de nuestros familiares en Estados Unidos y nos amenazaron que si no se los dábamos nos matarían. Todo el tiempo nos insultaron con groserías, además de que nos dieron de cachetadas, nos daban empujones y patadas en todo el cuerpo, nos pegaban con un látigo, nos taparon los ojos y nos amordazaron.

"Despliegue de humor y magia para reflejar las vicisitudes de la migración femenina". La Jornada. Foto Guillermo Sologuren.


A mi compañera la mataron porque ella no tenía quién le ayudara y no les dio ningún número... le dispararon dos veces en la cabeza y la dejaron desangrándose como tres horas enfrente de mí para intimidarme.


"El lugar en donde me tuvieron secuestrada es una casa grande, oscura, sucia, que olía mal. Los dos días que estuve secuestrada dormía en el piso, no había cobijas y sólo me dieron una vez de comer un pan duro y poquita agua, además de que los individuos que me secuestraron me desnudaron y me violaron. En ese lugar todo el tiempo se escuchaban quejidos, gritos y lamentos de otras personas que posiblemente estaban secuestradas".


Los investigadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos encontraron las ligas de complicidad entre delincuentes y autoridades por todo el país.


Descubrieron que las redes de traficantes humanos llegan a darles salvoconductos a los inmigrantes, que es un nombre-clave, útil para que cuando en el trayecto hacia la frontera con Estados Unidos los vuelvan a secuestrar para extorsionarlos, sus nuevos captores ya no les cobrarán. El monto que pagan cada uno de los inmigrantes va de 1,500 mil a 5,000 dólares, y en volumen este ilícito generó una utilidad, en el periodo que investigaron, superior a los 25 millones de dólares.


Hablar a favor de los inmigrantes no tiene ninguna utilidad política. Hablar contra los gringos, tiene enormes réditos.


Pero es pedirle demasiado a nuestras clases gobernantes, que hablan mucho y hacen poco, o hacen mucho cuando el esfuerzo es mínimo y no se meten en problemas reales, como habría sucedido si gritaran tan fuerte por los inmigrantes que cruzan México, como lo están haciendo hoy en día en el Cañón del Colorado. En Estados Unidos probablemente no influirán en absoluto, ni incidirán en frenar la tendencia racista en estos tiempos electorales. Pero si lo denunciaran en México con la vehemencia y reiteración que lo hacen frente a Estados Unidos, podrían haber hecho una diferencia, y la doble moral que exudan por la piel habría sido un punto negro en nuestra historia, no una realidad que diariamente nos atropella.


-Fragmentos-

El País

martes, 3 de agosto de 2010

Parque Vía


Pais: México.
Año: 2008.
Director: Enrique Rivero.
Actores: Nolberto Coria, Nancy Orozco, Tesalia Huerta.
Duracion: 86 minutos.

Sinopsis: Beto es cuidador de una casa en la Ciudad de México, vacía desde hace muchos años y en la que antes trabajaba de mozo. La soledad de los últimos diez años, así como la rutina y la monotonía de su trabajo, han hecho que esté cada día mas encerrado en una vida que la mayoría considera asfixiante; sin embargo, a él le da la seguridad y la estabilidad que no encuentra en el amenazante mundo exterior. Tanto así que ha desarrollado un miedo patológico por este mundo en el que únicamente se relaciona con dos personas: la Señora de la casa, por laque siente un profundo agradecimiento y un respeto tal que se traduce en incondicional obediencia, y Lupe, amiga, confidente y amante. La noticia de la próxima venta de la casa enfrenta a Beto a un dilema entre atreverse a salir y vivir o buscar la manera de permanecer en su confinamiento.


FUNCIONES EN EL CINE MORELOS

Miércoles 04 de Agosto del 2010.

16:15, 18:45 y 21:15

Jueves 05 de Agosto del 2010.

16:15, 18:45 y 21:15